Expedición Wadam-Mauritania 2004

Nuestro objetivo en esta ocasión es visitar y cruzar "el ojo de África". el crater de Guelb er Richat es una misteriosa formación de más de cuarenta kilometros de diámetro al que los cientificos todavía no han dado una explicación. Por supuesto en nuestro recorrido no faltó la pista de la playa, la visita a Chinguetti y la rápida y divertida pista del tren.

A lo largo de los muchos kilómetros (casi 3000) que a través de Marruecos realizamos para llegar hasta la frontera de Mauritania, vamos percibiendo como el medio físico por el que nos movemos va cambiando. El fértil norte y las montañas del Atlas van quedando atrás cuando por las monótonas y rectas carreteras discurrimos hacia el sur, entre el Atlántico y el Sahara.
La primera ciudad que encontramos nada más llegar a Mauritania es Nouadhibou, importante centro económico del país que desde su puerto distribuye al mundo su principal fuente de ingresos: el mineral de hierro extraído de las minas de Zouerat. El principal atractivo de la ciudad son sus bulliciosos mercados y como no, el cementerio de barcos que siempre impresiona a los que visitan por primera vez la ciudad. Muy cerca se encuentra la reserva de focas monje, unos quinientos ejemplares que han encontrado en los acantilados su último refugio. Pero no son las ciudades el principal objetivo de estos viajes, lo que la mayoría busca es esa sensación de soledad, esa sensación que el desierto verdadero ofrece, y como no, navegar con nuestros vehículos con el GPS como mejor guía.

Tan solo hay que alejarse unos kilómetros de Nouadhibou para adentrarnos en ese desierto que, viaje tras viaje aparece diferente y sorprendente. Toda una jornada entre dunas y arena es necesaria para llegar a Nouamghar, pequeña población de pescadores que extraen de modo artesanal la riqueza que estas aguas, que forman parte del Parque Nacional del Banc D’Arguin. Aquí podemos comprar el pescado que tras ser cocinado en una de las casas del pueblo nos servirá de cena. En Nouamghar comienza unos de los tramos más interesantes de cualquier viaje a Mauritania, hemos de esperar a que baje la marea para circular por la playa, en un recorrido que literalmente discuerde entre dos océanos. El atlántico y el Sahara, cuyas dunas mueren arrastradas por las olas. En esta ocasión no continuamos hasta Nouakchott, la capital, ya que nuestro objetivo está al este: “El ojo de África”. La pista se interna rápidamente entre cordones de dunas y llega hasta Bennichchab, en cuyo subsuelo se encuentran bolsas de agua que una vez embotellada se distribuye por todo el país. Poco después comienza a recortarse en el horizonte la silueta de las montañas del Adrar que con sus 600 metros de altitud son las más altas del país.

Aprovechamos nuestro paso por Atar para comprar comida y agua y reparar las pequeñas averías surgidas antes de afrontar el pedregoso y siempre impresionante paso de Amodjar, un retorcido cañón que asciende hasta la meseta donde se encuentra quizá, el lugar mas emblemático de Mauritania: Chinguetti, uno de esos lugares a los que no te cansas de volver. La población originaria, ya desaparecida bajo las dunas, se fundó hacia el s. VIII, datándose la actual en el s.XIV. Gracias al comercio con el norte de África alcanzó gran fama y renombre convirtiéndose en un importante centro cultural con numerosas bibliotecas. En la actualidad se conservan varias de ellas con valiosos manuscritos, algunos fechados en los siglos IX y X.
Los habitantes de Chinguetti libran una dura batalla contra el desierto que año a año avanza entre las calles de la vieja ciudad, Esta amenaza es sin embargo uno de sus mayores atractivos: Un inmenso océano de dunas que al atardecer, teñidas por los últimos rayos del sol ofrece una de las más impresionantes imágenes del desierto. Siguiendo el oued que divide el pueblo, se llega tras unos cuantos kilómetros de arena a Oudane, otra de las ciudades caravaneras y que al igual que Chinguetti vivió años mejores. Situada junto a un inmenso erg, lo primero que llama la atención cuando uno se acerca a ella son las ruinas de la vieja ciudad que se desparraman por la ladera del acantilado, casi mimetizada con la negra roca y sobre todo destaca el minarete de la antigua mezquita que se alza vigilante.

Este es el punto de partida para una de las etapas sin duda más espectaculares, abandonamos Oudane por el oued hasta la fortaleza de Agouadir, restos de la presencia colonial, para adentrarnos en el crater de Guelb er Richat, una formación geológica formada por pequeñas montañas distribuidas en forma de anillos y de 40 kilómetros de diámetro que es visible desde el espacio y por lo que se la denomina “El Ojo de África”. Su origen no está claro, y aunque mayormente se apunta a que es consecuencia de un impacto de meteorito, también se piensa que puede ser natural. Sea cual sea, lo cierto es que su travesía resulta especial, ir superando uno a uno los anillos entre la arena y la roca, detenerse en el centro del cráter y charlar con la familia de pastores que habitan allí y superar las trialeras que en la pared oeste nos encontramos y que descienden hasta el valle de El Beyyed, pequeño oasis desde donde se toma dirección a Atar por una divertida pista que discurre entre el impresionante erg de Maqteir y las verticales y negras paredes del Adrar. Esta pista que será utilizada en esta edición del rallye Barcelona-Dakar, cruza el lago seco de Chemchám, una planicie de más de cincuenta kilómetros de largo donde se alcanzan velocidades de vértigo. Al final de la pista llegamos nuevamente a Atar, que en esta ocasión nos recibió con una intensa lluvia. Llegados a este punto se tiene la sensación de que la aventura ha finalizado, que iniciamos el siempre doloroso regreso.

Pero aún nos quedan sorpresas que descubrir: Azogui, con sus cincuenta mil palmeras, los curiosos monolitos que jalonan la vía del tren y las numerosas lagunas que la lluvia ha formado entre las suaves dunas y que nos brindan un paisaje diferente y pocas veces visto y finalmente Nouadhibou, por ahora la única vía de entrada por el norte a este increíble y acogedor país, donde sus habitantes día a día plantan cara a ese desierto bello y cruel que avanza inexorablemente.

Fotografías

Free Joomla! template by L.THEME

Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros

Se usan para optimizar tu navegación, adaptarse a tus preferencias y realizar labores analíticas. Al continuar navegando consideramos que acepta su uso. Más información

Acepto

Este sitio web, al igual que la mayoría de los sitios en Internet, usa Cookies para mejorar y optimizar la experiencia del usuario. A continuación encontrarás información detallada sobre qué son las “Cookies”, qué tipología utiliza este sitio web, cómo puedes desactivarlas en tu navegador y cómo bloquear específicamente la instalación de Cookies de terceros.

¿Qué es una 'cookie'?

Una 'cookie' es un pequeño fragmento de texto que los sitios web envían al navegador y que se almacenan en el terminal del usuario, el cual puede ser un ordenador personal, un teléfono móvil, una tableta, etc. Estos archivos permiten que el sitio web recuerde información sobre su visita, como el idioma y las opciones preferidas, lo que puede facilitar su próxima visita y hacer que el sitio resulte más útil al personalizar su contenido. Las 'cookies' desempeñan un papel muy importante, al mejorar la experiencia del uso de la web.

¿Cómo utilizamos las cookies en MadridOut!?

Cookies de mejora del rendimiento

Este tipo de cookies conserva sus preferencias para ciertas herramientas o servicios para que no tenga que reconfigurarlos cada vez que visita nuestro portal y, en algunos casos, pueden ser aportadas por terceros. Algunos ejemplos son: volumen de los reproductores audiovisuales, preferencias de ordenación de artículos o velocidades de reproducción de vídeo compatibles. En el caso de comercio electrónico, permiten mantener información sobre su cesta de la compra.

Cookies de análisis estadístico

Son aquellas que, bien tratadas por nosotros o por terceros, permiten cuantificar el número de visitantes y analizar estadísticamente la utilización que hacen los usuarios de nuestros servicios. Gracias a ello podemos estudiar la navegación por nuestra página web, y mejorar así la oferta de productos o servicios que ofrecemos.

Cookies de geolocalización

Estas cookies son usadas por programas que intentan localizar geográficamente la situación del ordenador, smartphone, tableta o televisión conectada, para de manera totalmente anónima ofrecerle contenidos y servicios más adecuados.

Cookies publicitarias

Son aquéllas que, bien tratadas por nosotros o por terceros, permiten gestionar eficazmente los espacios publicitarios de nuestro sitio web, adecuando el contenido del anuncio al contenido del servicio solicitado o al uso que realice de nuestra página web. Gracias a ella podemos conocer sus hábitos de navegación en internet y mostrarle publicidad relacionada con su perfil de navegación.

Otras cookies de terceros

En algunas de nuestras páginas se pueden instalar cookies de terceros que permitan gestionar y mejorar los servicios que éstos ofrecen. Un ejemplo de este uso son los enlaces a las redes sociales que permiten compartir nuestros contenidos.

¿Cómo cambiar el uso de cookies?

Además de aceptar el uso de ciertas cookies a través de nuestra página web, también puede gestionarlas haciendo uso de la configuración de su navegador. Puedes leer más sobre esta configuración en: http://www.allaboutcookies.org/manage-cookies/